450 g harina de fuerza (o mitad harina de fuerza y mitad harina normal)
15 g levadura fresca
1 cucharada rasa de sal*
1/2 cucharadita de azúcar
2 cucharadas de aceite (o mantequilla o mantequilla clarificada o manteca de cerdo)
420 g más bien escasos de agua y leche mezclados**
Harina de arroz (o de maíz) para espolvorear
Poner la harina o mezcla de harinas en un bol, taparlo y calentar en el horno 10 min a 140ºC
Mientras tanto, mezclar la leche, agua y aceite y templar.
Usar un poco de la mezcla de líquido para disolver la levadura y el azúcar.
Una vez que la harina esté caliente, sacarla del horno, mezclar la sal, añadir la levadura y por último los líquidos.
Mezclar con una espátula. Enseguida se obtendrá una masa homogénea, elástica y suave, pero demasiado blanda para amasar a mano.
Cubrir el bol y dejar levar unos 50 min a 21ºC
Dividir la masa en 7 u 8 porciones, espolvorear con la harina de arroz (para que no se pegue) y formar bolas.
Dejarlas reposar en una bandeja espolvoreada con harina de arroz.
Dar forma a los lados de los muffins para que queden regulares.
Cubrir y dejar reposar 35-45 min. No deben dejarse levar demasiado o perderán su forma característica durante la cocción.
Calentar la plancha a muy baja temperatura (si es de aluminio será necesario engrasarla muy someramente, aunque esto no es ortodoxo) y transferir los muffins con mucho cuidado con ayuda de una espátula.
Deben cocinarse muy lentamente y a fuego muy moderado, unos 8-10 min por cada lado.
Si se hacen en dos tandas, mantener la primera templada envuelta en un paño o bien en el horno a baja temperatura mientras se cocina la segunda.
Los muffins deben tener entre 4 y 5 cm de grosor, con el exterior ligeramente tostado y el interior suave y de miga alveolada.